1 de enero. Un hombre cuyo nombre desconocemos inicia el año con el propósito de escribir un diario. En cuestión de horas empiezan a conocerse extrañas noticias sobre una desconocida enfermedad que se propaga a una velocidad increíble. La enfermedad no es sino la muerte y resurección de quienes la padecen. La ciudad, el mundo entero, se sume en el desconcierto de ver cómo las calles se llenan de zombies. Los muertos se levantan y buscan comida, se descomponen y sus capacidades están muy mermadas, pero saben dónde encontrar la carne viva que tanto ansían. Un mordisco suyo supone caer en la misma desgracia que han sufrido todos los afectados. Son tantos que apenas quedan ya supervivientes. Solo queda huir y esconderse en el lugar más aislado posible. Aún así... no te confíes, la muerte está detrás de cada esquina.
Con esto os he hecho un resumen muy breve de lo que es el argumento del libro, pero hay que leerlo para vivirlo. Es una historia tremendamente agotadora, en apenas 300 páginas el lector se sume en la desesperada lucha por sobrevivir, no hay ni un minuto de tranquilidad, la acción es arrolladora. Tengo que decir que es el primer libro de zombies que leo, ¡bendito mi atrevimiento!, y para sorpresa mía he de reconocer que me ha encantado. Lo he leído en apenas un par de ratos, es de esas historias que la empiezas y ya no puedes parar.
Me ha llamado mucho la atención el realismo visual que se desprende del diario/libro. Para empezar, la portada da el pego muchísimo, vista desde una perspectiva no demasiado cercana parece un auténtico diario gastado, y parece que dentro tiene un montón de hojas medio rotas y amarillentas, manchas (curiosamente una de las páginas muestra la mancha del círculo de un vaso que ha mojado la hoja) e incluso tachones.
Como digo, es la primera vez que leo sobre el mundo zombie, no es santo de mi devoción este tipo de historias asquerosillas, pero a juzgar por las impresiones que me he llevado de la lectura de este libro creo que daré una oportunidad a su segunda parte: Exilio. Diario de una invasión zombie
Con esto os he hecho un resumen muy breve de lo que es el argumento del libro, pero hay que leerlo para vivirlo. Es una historia tremendamente agotadora, en apenas 300 páginas el lector se sume en la desesperada lucha por sobrevivir, no hay ni un minuto de tranquilidad, la acción es arrolladora. Tengo que decir que es el primer libro de zombies que leo, ¡bendito mi atrevimiento!, y para sorpresa mía he de reconocer que me ha encantado. Lo he leído en apenas un par de ratos, es de esas historias que la empiezas y ya no puedes parar.
Me ha llamado mucho la atención el realismo visual que se desprende del diario/libro. Para empezar, la portada da el pego muchísimo, vista desde una perspectiva no demasiado cercana parece un auténtico diario gastado, y parece que dentro tiene un montón de hojas medio rotas y amarillentas, manchas (curiosamente una de las páginas muestra la mancha del círculo de un vaso que ha mojado la hoja) e incluso tachones.
Como digo, es la primera vez que leo sobre el mundo zombie, no es santo de mi devoción este tipo de historias asquerosillas, pero a juzgar por las impresiones que me he llevado de la lectura de este libro creo que daré una oportunidad a su segunda parte: Exilio. Diario de una invasión zombie